¿Por qué si la versión de Pedro Páramo de Netflix es buena no ha convencido a las audiencias? Aquí la respuesta de Zagreo Yaco.
Zagreo Yaco
Ya vi la peli de Pedro Páramo de Netflix (no de Juan Rulfo). Me gustó a secas. ¿Cómo explicar esa sensación en la que todo es correcto, pero no te provoca nada? Eso fue lo que sentí al terminar la peli. Todo está correcto, todo está bien hecho, pero entonces, por qué no me emociona, por qué no me siento provocado o simplemente, por qué si la peli es buena, no llenó mis expectativas.
Escribo esto con incredulidad y dudas. Por eso me atreví a leer críticas de la peli antes de escribir este texto. La sorpresa fue que quienes escribían compartían esa sensación de estar frente a una película bien hecha y nada más. Pero cómo algo solo puede estar bien hecho y no transmitir nada más que corrección. Pues sí, eso es lo que sucede con el Pedro Páramo de Netflix.
La obra original fue publicada en 1955 y es más que obvio que lo significó en aquella época dista mucho de lo que significa la adaptación sesenta y nueve años después. La novela fue una reivindicación nacional en su momento, una impronta sobre la importancia de los temas nacionales de la época frente a la modernidad extranjera; paradójicamente también le dio a la letras mexicanas una novela digna de presumir fuera del país y a la altura de las obras más celebradas de su género.
Con el tiempo Pedro Páramo se convertiría en una obra de Estado. Recomendada en todas las escuelas y comentada en todas las universidades. Posteriormente todo aquél que se atrevía a tratar historias rurales era denominado “Rulfiano”. Sin ir más lejos, en los talleres literarios oaxaqueños nunca faltan los ejemplos de jóvenes que escriben inspirados en el estilo “Rulfiano”
Muchos años después y en la misma galaxia, Netflix digiere la gran novela mexicana para después regurgitar una suerte de paradigma woke, donde lo importante es poner morenas y bigotones para cumplir con la inclusión. Con esta mira la obra sufre la natural reducción del lenguaje literario al lenguaje cinematográfico. Reducción que no debería suceder dado que literatura y cine son diferentes y que se siente porque no hay una apropiación de la historia por parte del director, por el respeto e imposición de la novela original.
En la obra de Netflix, Pedro Páramo y su estirpe son una bola de machirulos, violadores y asesinos, que como siempre pasa con los machitos, su dolor es provocado por una mala mujer que los dejó, no los amó o simplemente no les quiso aflojar. Todo esto se cuenta a partir de flashbacks donde vamos del presente al pasado, el presente es el hijo y el pasado el padre. Esta mecánica me distrajo, cuando una parte se ponía interesante me quedaba a medias y así hasta el final.
Me quedo con la curiosidad de saber qué piensan de la peli las personas que no saben nada del libro, porque confieso que ese hecho determinó demasiado mis ideas sobre el Pedro P. de Netflix.