El fundador de La Nueva Babel nos cuenta cómo llegó el peculiar cuadro que adornaba la entrada del mítico recinto que reunió las más diversas voces de Oaxaca y el mundo
Valente Ordaz
En el principio, «todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras» (Gn 11,1). Pero Dios dijo:
«Todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje, y éste es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible. Bajemos, pues, y una vez allí, confundamos su lenguaje, de modo que no se entiendan entre sí» (Gn 11, 6-7).
A partir de este conocido relato de la Torre de Babel —en hebreo מגדל בבל Migdal Babel y en griego antiguo Πύργος τῆς Βαβέλ, Pirgos tēs Babel— la duodécima versión de la Bienal de Artes Mediales en Chile de 2015 construyó su propia torre, una torre que le demuestra a Dios que hablar en lenguas no es impedimento para lograr lo imposible.
El tríptico de Babel, obra estelar de ese evento, es una pieza del artista chileno, Mauricio Garrido. Maestro del collage. Uno de los artistas más destacados de la escena contemporánea, que ha llevado la intimidad del collage a dimensiones insospechadas, tanto de forma como de tamaño y contenido alucinante.
Afirma en el portal Antenna Fundación´: «Soy un narrador que escribe en códigos. Creo relatos, caminos y alucinaciones lúcidas transitables. Mi lenguaje artístico ha pasado por numerosos formatos. En todos ellos he articulado una manera de relacionarme con mi realidad, interna y externa, a través de lo psíquico y del estudio en detalle de los numerosos intereses de mi obsesión. Creo que el collage ha sido el mejor método para escoger lo que me gusta del mundo y traspasarlo a mi obra».
Y vaya que lo hace con maestría. Fragmentos de cosas ya creadas que se recomponen para crear una realidad completamente nueva. A través de esta técnica, el creador, retoma el relato del Génesis y lo materializa utilizando la estética de El Bosco y, específicamente, su tríptico en óleo sobre tabla, El jardín de las delicias. Con esta feliz unión, Garrido da origen al Tríptico de Babel, una obra que celebra la diversidad de lenguajes y la oposición firme a la tiranía de la homogeneización.
En una entrevista de 2018 para el portal Perrera Arte´ le comentan:
-“Nos contabas que harás un nuevo collage de la envergadura del Tríptico de Babel, esa obra de gran formato que fue comisionada por la duodécima Bienal de Artes Mediales de 2016.
-Sí, el Tríptico de Homero tendrá proporciones similares al Tríptico de Babel, que, como se sabe, tiene las mismas dimensiones de El jardín de las delicias de Hieronymus Bosch (220×389 centímetros), aunque en mi obra el panel central y los laterales están separados como obras independientes. El Tríptico de Babel hablaba del colapso de la información descontrolada.”
Hablar en lenguas diferentes no es un obstáculo para comunicarse. Más aún, es la condición sine qua non. Sólo en la diversidad es posible encontrarse con un otro. A través del arte, te puedes comunicar.
Cuando se fundó la Nueva Babel Oaxaca en 2001 esa era la columna vertebral de nuestro concepto. Creemos que esa diversidad de lenguas en lugar de ser un impedimento, nos enriquece, pues por medio del arte, -que no necesita lenguas- logras ese propósito.
Con el tiempo, pocos años después, tuvimos el privilegio de conocer al artista y convivir con él por una residencia que hizo en el Centro de las Artes de San Agustín alrededor de 2006-07, llegó a ser un amigo entrañable, era muy fácil y agradable comunicarse y entenderse con él. Terminó su residencia y se fue. En 2016, en el quinceavo aniversario de La Nueva Babel, nos escribió para felicitarnos y hacernos un regalo; Nos permitió escoger de entre todo su archivo digital una obra, “para que hagan lo que quieran,” en sus palabras. Conocíamos el archivo en la red y no lo dudamos. Escogimos el Tríptico de Babel.
Gracias Maestro.
*Valente Ordaz es promotor cultural y fundador de La Nueva Babel.
