Adriana Filio
Amiga, hermana, si te pega no te ama
Las mujeres cuando amamos no tenemos tanto cuidado. Cuando nos enamoramos
tendemos a crear expectativas o poner en prioridad la relación de pareja. Es
complicado no dar toda nuestra confianza a la persona con la que iniciamos una
relación sexoafectiva ya que constantemente esta nos hace creer que nos quiere
y no nos hará daño.
A las mujeres y hombres nos enseñan a amar diferente. Durante varias sesiones
de acompañamiento psicoterapéutico escucho comúnmente que los hombres
creen que sus comportamientos tienen que ver con la educación que recibieron en
casa, con su mamá, amistades, la cultura o que a alguien malinterpretó sus
acciones, pero que en ellos no recae ninguna responsabilidad. Tienen claro que al
amar no deben dejar de ver a sus amigos o familiares.
En cambio las mujeres creemos que si no nos aman o no encontramos pareja algo
está mal en nosotras. miramos el problema introspectivamente, una mayoría de
mujeres tiene la idea errónea de que amar significa creer y estar ciegamente con
esa otra persona, descuidando su entorno social y hasta familiar para solo cuidar
su relación de pareja. Esta forma de amar nos pone en riesgo ya que nos
quedamos vulnerables, es decir sin redes de apoyo, sin autocuidado. Es por ello
que el número de feminicidios en México sigue creciendo.
El término feminicidio fue utilizado por primera vez por la antropóloga Marcela
Lagarde para referirse a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. Asesinatos
violentos que habían sido cometidos por ex parejas o parejas, es decir la persona
que prometió que las cuidaría y amaría, sin embargo, la mató. Lagarde menciona
la importancia de nombrar los “feminicidio” ya que así se visibiliza que el contexto
social, cultural y político en el que nos encontramos en México no nos brinda
seguridad a nosotras las mujeres.
La cultura sigue admirando y promoviendo la idea que las mujeres debemos estar
en pareja, seguimos creyendo en el amor romántico porque los medios de
comunicación, la familia, la sociedad lo refuerza constantemente. Además de ello
las políticas públicas no garantizan la seguridad de las mujeres para regresar vivas
a casa; así mismo las penas que se le dan en los juzgados a los feminicidas no
son realmente acciones suficientes que hagan que los otros hombres se detengan
en el momento en que matan o lastiman a una mujer.
Hablamos de un feminicidio cuando un varón asesina a una mujer y el móvil de
este asesinato tiene que ver con alguna conducta de odio, violencia machista o
sentimiento de propiedad sobre ella. Es decir, el feminicidio es la expresión más
alta de violencia sobre una mujer; aunado, en muchos casos,el vínculo afectivo/amoroso que la víctima tenía con el feminicida.
El Violentómetro es el diagrama que nos muestra el crecimiento gradual de las violencias machistas y agresiones que se presentan en una relación, algunos ejemplos son: bromas hirientes, culpar,
mentir, controlar, aislar de amistades y familia, golpear jugando, encerrar, forzar a
una relación sexual y por último el feminicidio. Es decir, que el feminicidio es la
violencia que antecede conductas de agresión contra una mujer, dejándola
vulnerable, aislada, con incapacidad para reconocer sus habilidades y con
sentimientos de culpa por lo cual no se atreven a contar lo que pasa.
Una historia muy conocida es la de Rubí Marisol Fraire, quien fue asesinada por
su pareja después de haberla aislado de su familia. Su madre Marisela Escobedo
buscó justicia y visibilizar la incapacidad de las autoridades; desafortunadamente
ella también fue asesinada, en pie de lucha. Podemos conocer su historia en el
documental “Las tres muertes de Maricela Escobedo“.
No muy lejos, aquí en en la ciudad de Oaxaca, tenemos la historia de SOLECITO. Una joven mujer
descuartizada por su pareja, un taquero conocido en una colonia del norte de la
ciudad. Como si fueran escenas de una película de terror, nuestras amigas,
hermanas, compañeras, madres han sido asesinadas violentamente.
En el año 2022 en México se han registrado 10 feminicidios al día. El 2021 fue el
año con más feminicidios en México, con 1004 feminicidios en el año. En Oaxaca,
97 feminicidios durante el 2023. Esto es reflejo de que las conductas violentas
han ido en aumentado y lejos están de poderse detener. Necesitamos que el
gobierno promueva políticas públicas que castiguen la violencia machista, se
requieren servidores y servidoras públicas con enfoque de género que lleven a
castigar actos de violencia machista, contribuyendo con ello a no llegar al
feminicidio.